lunes, 19 de octubre de 2009

Los Problemas de Susan (I)



* Heme aquí golpeando en la espalda a mi amigo con todas las fuerzas que pueden imprimirse a una mano, rodeados ambos por lo que parecen ser los hinchas de algún club de futbol con hambre de victorias para subir la poca autoestima que poseen. Sin embargo, si congelamos la imagen y sois capaces de posar los ojos en la expresión de mi cara, acertareis la adivinanza que de ella se deriva, asegurando que no es una expresión de aquellas que, cuando la ves, te entran ganas de correr o de comer palomitas mientras observas la acción desde muy lejos, sino la expresión de una chica a la que por caridad ayudarías a azotar a esa persona, alias “hombre de neandertal”, alias “el garrulo que se acaba de atragantar con un pedazo de jamón de su suculento bocadillo” y es que las ansias por devorar animales da, tarde o temprano, sus frutos. Mi amigo no tiene un problema de violencia escolar, yo le he incorporado el “problema de las risas seguidoras” que tiene y va a tener a partir de ahora como banda sonora de sus días y los gritos de “mariquita” por los pasillos de este maldito centro escolar, alias “cárcel“, alias “fabrica de memorias“. Yo me llamo Susan y hoy se me han olvidado los libros de historia, inglés y matemáticas, no sé qué hago aquí. Cierto es que hace ya tiempo vengo preguntándomelo pero es inútil decirlo o sincerarme con los paletos y paletas que cruzan este sistema de conocimientos limitados, donados para cansar la memoria y con vistas a un título bonito con tu nombre junto al del rey. No sé… cada día me cuesta más seguir el pasillo, levantarme para otra sesión de sadomasoquismo intelectual. En algunas ocasiones no puedo decir que no saque provecho de las explicaciones, algunas me ayudan a fantasear ante la ventana. Antes me evadía leyendo libros y más libros pero ya ni eso. Me están apagando la curiosidad. Hay demasiada información y lo veo todo muy mecánico: explicaciones sobre temas que en general no tienen aplicación ni nos sirven para la vida diaria (¿quién quiere saber el teorema de san Quintín?) no sé… cada día me cuesta más sacar números altos. Miro a la ventana, mi madre está enferma, miro a la ventana, el profesor me pone un papel sobre la mesa: “Examen de historia 1º de bachillerato” La Guerra de la Independencia y la Constitución de 1812 y hoy se me han olvidado los libros de historia, inglés y matemáticas y no sé qué hago aquí. Me da que voy a inventarme una historia muy bonita o que voy a dejarme la memoria en el papel, en las letras que quedaran muertas y transformadas en una nota con la cara del espectro del cuadro “el grito” de Edvard Munch. Soy Susan y tengo un problema, y ante los problemas escucho canciones.

2 comentarios:

  1. Hola, soy Laura, estuve en clase de métodos cualitativos. Te doy mi enhorabuena por esta entrada del blog. Me ha encantado!En mis años de instituto compartía los mismos pensamientos que Susan. Saludos

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  2. Muy tristes las entradas de los problemas de Susan. La verdad es que, por suerte, nunca he tenido esas sensaciones, esas experiencias...pero está todo tan bien expresado que al leerlo,hace que te metas en su piel,ponerte en su lugar.

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