jueves, 29 de octubre de 2009

Sabios y Textos (II)

Texto extraido de la obra "Bajo la rueda" de Hermann Hesse

"—Eso es una esclavitud —dijo una vez—, no haces el trabajo a gusto y voluntariamente, sino sólo por temor a los maestros, a tus padres... ¿Qué importa, por lo tanto, que seas primero o segundo? Yo soy el número veinte y no me creo más tonto que otros más aplicados.

Hans se horrorizó también al contemplar por vez primera cómo Heilner trataba sus libros de estudio. Una vez dejó los suyos en el aula, y como deseaba preparar la próxima lección de geografía, pidió a su amigo que le prestara el atlas. No tuvo que hojearlo dos veces para darse cuenta de la poca seriedad que Heilner ponía en aquellas cosas. La costa occidental de la Península Ibérica estaba contorneada con lápiz y convertida en un grotesco perfil, donde la nariz llegaba de Oporto a Lisboa, mientras el cabo de San Vicente formaba la punta de una barba cerrada. Así estaban todas las hojas e incluso el dorso de los mapas aparecían pintarrajeados con caricaturas y monigotes, acompañados de versos festivos y abundantes manchas de tinta. A Hans, que acostumbraba conservar sus libros con el fervor de verdaderas reliquias, aquellas osadías le parecieron mitad profanaciones, mitad actos vandálicos, pero siempre teñidos de cierto heroísmo (...) Hans estuvo meditando toda la tarde sobre Heilner y sus palabras. ¿Qué clase de persona era? Lo que para Hans eran deseos e inquietudes, no existían siquiera para él. Heilner tenía pensamientos y palabras propias, vivía libre y ardiente, sufriendo dolores singulares y envolviendo en su desprecio a todo lo que le rodeaba. Gustaba la belleza de las viejas columnas y los muros vetustos, conocía el misterioso arte de reflejar su alma en versos y de forjarse una vida propia con su sola fantasía. Era animado y bravío, y hacía diariamente más chistes que Hans en un año. A la vez, era melancólico y parecía gozar de su propia tristeza como de algo valioso y poco habitual que fuera totalmente extraño a su verdadero ser."


Reseña bibliográfica:

Novelista y poeta alemán, nacionalizado suizo. A su muerte, se convirtió en una figura de culto en el mundo occidental, en general, por su celebración del misticismo oriental y la búsqueda del propio yo. Hesse nació el 2 de julio de 1877 en Calw, Alemania. Hijo de un antiguo misionero, ingresó en un seminario, pero pronto abandonó la escuela; su rebeldía contra la educación formal la expresó en la novela Bajo las ruedas (1906). En consecuencia, se educó él mismo a base de lecturas. De joven trabajó en una librería y se dedicó al periodismo por libre, lo que le inspiró su primera novela, Peter Camenzind (1904), la historia de un escritor bohemio que rechaza a la sociedad para acabar llevando una existencia de vagabundo. Durante la I Guerra Mundial, Hesse, que era pacifista, se trasladó a Montagnola, Suiza; se hizo ciudadano suizo en 1923. La desesperanza y la desilusión que le produjeron la guerra y una serie de tragedias domésticas, y sus intentos por encontrar soluciones, se convirtieron en el asunto de su posterior obra novelística. Sus escritos se fueron enfocando hacia la búsqueda espiritual de nuevos objetivos y valores que sustituyeran a los tradicionales, que ya no eran válidos. Demian (1919), por ejemplo, estaba fuertemente influenciada por la obra del psiquiatra suizo Carl Jung, al que Hesse descubrió en el curso de su propio (breve) psicoanálisis. Las novelas de Hesse desde entonces se fueron haciendo cada vez más simbólicas y acercándose más al psicoanálisis. También en 1952 se han publicado varios volúmenes de su poesía nostálgica y lúgubre. Hesse, que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1946, murió el 9 de agosto de 1962 en Suiza.